12 mar 2012

La madre de los magufos

Inocente de mí, creía que los intentos ridículos y vanos de mi madre para "tener suerte" acudiendo a "técnicas fiables y exitosas" como poner un objeto rojo en el cuarto de baño (no bastaba con una simple toalla colorá, no, tenía que ser una ramita de purpurina roja de decoración navideña, que por suerte acabó quitando al cabo de unas horas porque el cuarto de baño parecía el escenario de un asesinato), habían acabado.  Pensé que un poco de razón se había impuesto, nada, una migaja.
Pero no.
Esta misma mañana me despierto viendo una barrita de incienso dibujando un proyecto de círculo desde una esquina de mi habitación, lo primero que pensé: Oh no.... .
Atentos a la conversación:

Yo: "¿Qué haces?"
Mi madre: ".... Limpiando la casa"
-¿De qué? (Porfavor, que sea una broma)
-De.... no lo sé. (Ah,vale. La lógica ha sufrido un duro golpe hoy) Porque estoy harta ya de que me tenga que pasar cosas malas estos dias. Estoy limpiando la casa de cosas malas.
-(Díselo a las víctimas de alguna guerra). Pero eso es tontería, siempre habrán dias malos y con una barra de incienso no lo vas a impedir.
-Bueno, da igual, no hago daño a nadie (típico argumento).
- Pero eso son todo mentiras, ¿quién te ha dicho que tengas que hacer eso? (yo sospechaba de mi hermana)
-Nadie. Lo miré en Internet (¡¡¡¡¡O     M      G!!!!!, CASI QUE ES PEOR).

No quise insistir más en hacerle razonar porque es una tarea imposible, y más teniendo en cuenta que siempre ha tenido nulo respeto por mis opiniones, ideas, forma de pensar.... . Lo cual el tema se vuelve una misión imposible.
Cómo han cambiado los papeles, y cuanta paciencia que tenemos que tener las personas escépticas, podemos respetar las creencias de los demás, pero no nos gusta que nos involucren en paranoias e inseguridades porque acaba cansando. Tenemos derecho a no ser involucrados, y ese derecho se nos vulnera constantemente.

Se empieza con algo tan inofensivo como con una barrita de incienso, pero esa confianza ciega a internet y a lo que aconsejan terceras personas se puede volver un peligro. Cualquier día de estos me encontaré un "brujo" o una "bruja" haciendo una limpieza, puede parecer algo inofensivo, pero los más supersticiosos acaban por comentar las opiniones y reacciones de nosotros los escépticos a sus "líderes" espirituales, a sus salvadores de sus desgracias, y éstos, queridos amigos, tienen mucha mala leche, y para evitar que sus clientes acaben pensando por sí mismos gracias a nuestras opiniones, sus salvadores atacan con el siguiente argumento:

"Las personas que no creen en esas cosas lo hacen porque tienen miedo", que es lo mismo lo que puede decir un religioso acerca de los ateos: "Son ovejas descarriadas, alejados de la mano de Dios, lo niegan, no son felices".
Siempre es lo mismo: atacar al razonamiento, al escepticismo dejándonos como enfermos terminales, o ciertos disminuidos psíquicos, como si estuviéramos perdidos en la vida, siempre huyendo de lo "mágico" por miedo.

Siempre ha sido así, para proteger su negocio nos atacan.

Y me preocupa, ya que si en mi caso mi madre va a más, puede toparse con alguien con mucha mala folla que me puede dejar en mal lugar, tal vez diciendo que lo que me pasa es que estoy poseída, o tal vez que sirvo  al demonio. Y a una persona tan manipulable (en ese aspecto) como mi madre, existe el peligro de que acabe confiando ciegamente.  El poder de manipulación de esos personajes sin escrúpulos es enorme para quienes no tengan seguridad en sí mismos, ni puedan pensar por sí solos y no aceptan que la vida es como es: con buenos y malos momentos.

Porfavor, almenos si acabais por ir a más en estos temas y encontráis a alguien "que os puede ayudar por X precio llamado voluntad", no nos involucréis a los escépticos... y hacednos un favor y a vosotros mismos, sobretodo: Quereros más.

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